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Los proyectos de infraestructura natural pueden ser transformadores…¡y no solo para el agua!

El pasado 2 de diciembre de 2020, se lanzó la “Guía para la Evaluación de Intervenciones en Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica: Escala de Efectividad, Equidad y Sostenibilidad” https://www.forest-trends.org/publications/guia-ees/ en un webinar organizado por el proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica.[i] El evento virtual del lanzamiento global de la guía estuvo a cargo de Bruno Locatelli, investigador en ciencias ambientales del CIRAD (Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo), de la Universidad de Montpellier en Francia y del Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR) en Perú. Como uno de los principales autores del documento, Bruno explicó que la iniciativa busca lograr que las intervenciones en infraestructura natural sean ¡más efectivas, más equitativas…y más sostenibles!

Si los proyectos de infraestructura natural están adecuadamente diseñados y gestionados, pueden contribuir a mejorar la cantidad y la calidad del agua, así como proteger los suelos de la erosión. Para ello, la guía define indicadores hidrológicos clave, tales como: el incremento del caudal base (o mínimo), la reducción de la escorrentía o inundaciones, el control de la erosión y el control de sedimentos. Y estos objetivos hídricos, deben ser -a su vez- complementados para garantizar una visión integral del proyecto y para que no genere impactos sociales o ambientales negativos hasta ser práctica transformadora, en un escenario ideal. Pero ¿a qué nos referimos cuando mencionamos eso de “transformador”? En las palabras del investigador Locatelli, sería “apoyar prácticas y políticas públicas para no solo adaptarnos a los cambios; si no, ir más allá y transformar el entorno social, político y económico”. Esto significa que un proyecto, además de ser efectivo, puede tener aspiraciones que van más allá de sus objetivos: puede ser un ejemplo para otros o intentar cambiar las causas profundas de los problemas ambientales y socioeconómicos.

La guía ofrece una escala del 0 al 4, y lo que se busca es alcanzar un nivel de buenas prácticas (nivel 3). Con el nivel 4, el “ideal” es un proyecto que cause un impacto positivo desde todos los frentes y se convierta -finalmente- en “transformador”. Lo que se espera, es fomentar una reflexión desde los desarrolladores y evaluadores de proyecto, para optimizar diferentes aspectos en cuanto a la efectividad, la equidad y la sostenibilidad, ya sea que el proyecto se encuentre en fase de diseño, ejecución o conclusión.

Una subdimensión que se planteó en la discusión, con presencia de más de 225 participantes de diferentes zonas del Perú y del extranjero, fue el tema de la equidad de género. Este aspecto no debe ser visto como un tema que es externo a los proyectos de infraestructura natural, sino -por el contrario-el análisis de la participación diferenciada de mujeres y hombres debe incluirse en el mismo diseño y desarrollo de un proyecto. Esto, no solo ayuda a mejorar la participación de las mujeres -al fin y al cabo son 50% de la población del planeta- sino que -además- ofrece incorporar más información sobre el manejo de los recursos naturales y el agua.

Gena Gammie, Sub Directora del Proyecto INSH y Directora Asociada de la Iniciativa del Agua de Forest Trends, compartió una anécdota que ilustra muy bien y de forma sencilla la utilidad de la guía: “Las desigualdades de género representan un riesgo para lograr el objetivo de un proyecto. Si no tomamos en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres, niños y niñas, podríamos empeorar desigualdades que existen. Cuando lanzamos el proyecto desarrollamos una infografía sobre gestión de la infraestructura natural. En esta infografía se prestó mucha atención al territorio, a las especies, pero no prestamos atención a los roles de género y cuando estábamos en la ceremonia de lanzamiento del proyecto se acercó la líder de una comunidad que habíamos invitado y no dijo “Esto está mal, hay un hombre recogiendo leña y en la comunidad somos las mujeres las que desarrollamos este trabajo”. Si tomamos en cuenta este ejemplo podría suceder que en nuestro proyecto se convocan talleres relacionados a la gestión de la IN y no participan las mujeres que están haciendo este trabajo en la comunidad, corremos el  gran riesgo de diseñar intervenciones que no van a funcionar y que incluso podrían empeorar las brechas existentes”.

Desde el proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica, hemos visto prioritario contar con una herramienta integral que permita evaluar y medir el proceso gradual de avance de las intervenciones en infraestructura natural. Según la encuesta realizada en el evento, más de 70% de los participantes -al inicio del evento- no conocían ninguna herramienta que permita evaluar los beneficios sociales, económicos y ambientales en proyectos que intervengan en infraestructura natural. Si bien es cierto, el webinar ilustró cómo existen otras guías interesantes, como, por ejemplo, el estándar para Soluciones con Base en Naturaleza de la Unión Mundial de Conservación (UICN), éstas no están enfocadas en proyectos de infraestructura natural para la seguridad hídrica.

La inversión en infraestructura es un proceso de aprendizaje continuo, ¡y esta guía nos ayuda a estar en permanente mejoramiento!

Autor(es): Marta Echavarría

Mira el webinar:


 

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