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Por todo lo alto: la infraestructura natural toma impulso en Perú, a más de 4 000 m s. n. m.

Por: Gena Gammie

Recuerdo cuando participé, hace algunos años atrás, en un panel convocado a propósito del Día Mundial del Agua, cuando -de pronto- se generó una discusión en torno a las barreras para el escalamiento de inversión en la infraestructura natural para el agua. Un experto opinó sobre cómo los intereses políticos tienen un peso importante aquí: “no se puede inaugurar una inversión en la naturaleza como se hace con la construcción de una gran obra de infraestructura gris, porque al no tener la visibilidad de la infraestructura convencional, los ecosistemas siempre jugarán en desventaja”, dijo.

Hoy, si me encontrara -cara a cara- con este colega, le diría que tenemos una barrera menos para la infraestructura natural.

El pasado lunes 22 de marzo, Día Mundial del Agua, fue, realmente, un día feliz. Y, ¿por qué lo digo? Porque se celebró la ceremonia donde se colocó la primera “champa” (porción de tierra orgánica de bofedal) para dar inicio al proyecto ecosistémico pionero en la cuenca hidrográfica que abastece a Lima y Callao, financiado por millones de usuarios y usuarias del recurso, que pagan mensualmente una cuota en su recibo de agua.

Los ministros de las carteras de Ambiente, Gabriel Quijandría; Agricultura, Federico Tenorio Calderón, la ministra de Vivienda, Solangel Fernández Huanqui; el Presidente del Directorio de Sedapal, Francisco Dumler Cuya, así como las autoridades locales de la comunidad de Carampoma, aliada estratégica del proyecto, estuvieron presentes en el evento organizado por Sedapal que se llevó a cabo en un lugar aledaño a esos mismos bofedales que se buscan restaurar; a más de 4 000 m s. n. m. , en la microcuenca Milloc, provincia de Huarochirí, Lima.

Puedo decir que me sentí como una niña, viendo al enorme helicóptero militar de la Fuerza Aérea Peruana sobrevolar este hermoso ecosistema, tan valioso por los servicios que brinda y que iba a ser el protagonista de tan emblemática ceremonia.

El proyecto comenzará a proteger y restaurar la microcuenca de Milloc, que ha venido siendo degradada durante años por la ilegal extracción de su tierra orgánica. El monto de inversión se encuentra alrededor de los 3 millones de soles (aproximadamente 850 mil dólares), de los cuales 1/3 irá para la generación de empleos local, beneficiando a las personas que habitan alrededor de estos frágiles ecosistemas.

Pero, ¿Cuál es la real importancia de este proyecto? ¿Qué es lo que lo hace tan especial?

Veamos. Desde el año 2015, las y los usuarios de agua de Lima pagamos, mensualmente, una tarifa que va a un fondo destinado a conservar y restaurar ecosistemas proveedores de agua para la ciudad. La llamamos: tarifa del Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos (Merese). El pasado lunes 22, como les contaba, Sedapal dio inicio a la inversión de esos millones de soles, por primera vez en su historia.

¿Por qué tomó tanto tiempo?

Estos fondos se invierten a través del tradicional sistema de inversión pública (que incluso es el mismo que se utiliza para construir carreteras y hospitales) y que toma muchos años -en algunos casos hasta más de diez- en desarrollarse.

El Ministerio del Ambiente del Perú (Minam), con todos los aliados involucrados (dentro de ellos, el proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica, liderado por Forest Trends) han trabajo arduamente por años para hacer que este sistema de inversión empiece a funcionar para proteger y restaurar la naturaleza.

Además, los ingenieros, contadores y gerentes de la compañía de agua de Lima (Sedapal) tuvieron que aprender a hacer algo completamente nuevo: restaurar un ecosistema. De hecho, este cambio estructural está ocurriendo en todo el sector del agua del Perú, con el liderazgo de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), el regulador nacional del agua potable.

La historia del proyecto

El proyecto Milloc, fue propuesto inicialmente por Aquafondo y The Nature Conservancy en el año 2014. Con el seguimiento y apoyo de Sunass y otros aliados, el proyecto fue incluido con éxito en la planificación de Sedapal y, posteriormente, su diseño básico fue aprobado.

A partir del año 2018, nuestro equipo del proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica trabajó con Sedapal, el Ministerio del Ambiente y Sunass para ponerlo en forma y poder tener las aprobaciones finales de inversión pública.

El año pasado, apoyamos a Sedapal y a la comunidad de Carampoma para llegar a un acuerdo final sobre el proyecto, actualizarlo con todos los protocolos Covid-19 y poner en marcha el contrato para ejecutarlo a licitación por parte de Sedapal.

¿Esperaremos otros 6 años para ver nacer al siguiente proyecto? La respuesta es…¡NO!

Ya estamos trabajando con Sedapal en un amplio portafolio y, al menos, 3 proyectos deben de estar listos mucho antes. Y, también, estamos trabajando en nuevas formas -y más rápidas- de implementar los fondos para los servicios ecosistémicos.

Este, es solo el comienzo de algo mucho más grande que está por venir y que tendrá nuestra mirada y atención enfocada en lo más alto, allá donde nace el agua en forma de tímidos manantiales y bofedales: agua que, finalmente, consumimos y también utilizamos en la agricultura y en toda la cadena productiva. Todos estos avances, hacen del Día Mundial del Agua, un día feliz.

¡Pronto tendremos más novedades!

#FelizDíaDelAgua

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